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Serranía Aventura cumple 10 años este 1 de abril, eso son muchas anécdotas. Te cuento las 10 que me vienen a la mente.
Jonathan
1. Hasta los 34 años nunca se me pasó por la cabeza ser guía.
A los 20 años, cuando estudiaba ingenieria, contraté un guía para hacer barranquismo en Guara con mi padre. En la cerveza de después le pregunté si le gustaba su trabajo. Le pillaría en mal momento, pero me contestó un rotundo: «No. Si te gusta el barranquismo, hazlo solo por ocio, o lo aborrecerás». Esa frase hizo que ni me lo planteara hasta que 14 años más tarde me replanteé todo.
2. Mis 2 sueños cuando era niño
A los 19 años descubrí el barranquismo. En el Grupo de Montaña de la Universidad Politécnica escuché hablar de descender por dentro de una cascada y se me generó una necesidad. Junto con escalar sobre el mar, eran los 2 sueños que tenía desde niño y creía que no iba a poder cumplir… pero me equivocaba.
3. He perdido a 3 buenos amigos en la montaña
Habrá quien piense que soy demasiado radical con el tema de la seguridad. Si supieran lo que se siente al perder a alguien por una imprudencia, seguro que se volverían tan fanátícos de la seguridad como yo.
4. Algunos datos curiosos en estos 10 años de Serranía Aventura
- Edad de la clienta más mayor en una actividad de aventura: 80 años, barranquismo en el Gorgo de la Escalera. Repetía y era la primera en todo.
- Edad del menor en una actividad de aventura: 4 años, en la vía ferrata de Roca Molí. En cuanto vio que no pasaba nada si se caía, se tiraba a propósito.
- Peso máximo en una actividad: 160 kg en un bautismo de escalada.
- Grupo más grande que hemos tenido: 90 personas en el multiaventura en el embalse. Salió todo genial.
- Mayor retraso en una actividad: terminar el barranco de Otonel a las 23 horas. La primera llamada que recibí era la Guardia Civil.
- Peor accidente en una actividad: varias costillas rotas en el barranco de Bercolón. Por un golpe tonto y que no parecía tanto, pero…
- Peor susto que he tenido yo: caer al suelo desde unos 9 metros en una vía de escalada porque el asegurador accionó a tope la palanca del grigri.
- Mayor impago: 1.000€ de un rocódromo particular. Quizá soy demasiado confiado.
5. Trabajos curiosos que nos han pedido
- Rescatar un dron de las paredes de un barranco.
- Ayudar a un arqueólogo a conseguir pruebas de la teoría que quería demostrar, accediendo a un tramo de acueducto de difícil acceso.
- Rescatar al hijo de un cliente de un intento de suicidio.
6. Frases de clientes que me han emocionado
- «Lo de hoy era el sueño de toda mi vida». Un hombre de 65 años saliendo de hacer espeleología en la Cueva del Toro.
- «Hemos contratado el curso de escalada porque a ella le acaban de diagnosticar esclerosis y es algo que queríamos hacer juntos mientras aún podemos».
- «Amazing, my friend. That was probably the best thing I’ve done in my life» (Increíble, amigo mío. Esto ha sido probablemente lo mejor que he hecho en mi vida). Un cliente sueco bajando de una vía de escalada de varios largos en Chulilla.
7. Situaciones que me han incomodado
- Un hombre que llamaba cobarde a su hijo por no atreverse a hacer los saltos y rápeles en un barranco. Comenté lo que opinaba de él con un compañero sin darme cuenta de que estaba grabando con la gopro. Nunca supe si lo escuchó.
- Una mujer me pidió que no publicara fotos de la actividad, porque «este hombre no es mi marido».
- Una familia de chinos me regalaron un dulce, pero estaba lleno de gusanos. Yo no sabía si esperaban que me lo comiera.
- Una clienta: «A mi chico y a mí nos gusta hacer role play en la intimidad. Ayer, después del primer día de curso, jugamos a que él era el monitor y yo la alumna.»
8. Nuestras mejores meteduras de pata
- Un día en la ferrata de Enguera, con un grupo grande, se nublaba y Álex comentó la típica frase en alpinismo de «venga, que nos pilla el negro» (la tormenta). El último chico del grupo era de color y gritó «¡Tranquilos, que yo no tengo prisa!».
- Una chica me puso en el formulario de contacto que estaba embarazada. Le hice un comentario al respecto delante de su hija de 9 años… que no lo sabía aún.
- Cuando le pedí, en una actividad de kayak, a una chica un roll on creyendo que era crema solar y me lo pasé por cada centímetro cuadrado de la cara. Era insecticida. Me miraba como diciendo «¿cuánto le pican los mosquitos a este chico?»
- Un día nos dejamos a dos personas encerradas en el autobús. Se habían escondido para cambiarse la camiseta y el conductor cerró. Llegaron al restaurante cuando estábamos con el segundo plato, pues les costó encontrar el botón para abrir desde dentro.
9. Situaciones desagradables que nos hemos encontrado
- El comentario machista de un hombre que al verme con 5 mujeres dijo: «¿Vas tú solo con las 5? ¡Que te sea leve!». En Bicorp un anciano me dijo algo parecido pero más de pueblo: «¿¿Un sol mascle per a tanta femella??»
- Que nos roben una cuerda, una «pata de cabra» y un mosquetón de la ferrata que estábamos equipando.
- Tener que rescatar varias veces a personas de ferratas con rápel obligatorio porque no llevaban cuerda. Uno de ellos decía ser guía, y estaba allí con la chica que acababa de conocer por Tinder (aunque la cara de ella era de que no iban a verse más).
- El «musculitos» que se ofendió por decir que pensaba que su hijo de 14 años necesitaba la misma talla de neopreno que yo.
10. Momentos complicados
- Un esguince de una chica escalando una vía de largos sobre el mar. ¡Suerte que su hermano tenía un barco amarrado muy cerca!
- Una chica que empezó a convulsionar al terminar la ferrata de Roca Molí.
- Llamada al helicóptero por una rotura de peroné en el barranco Gorgo de la Escalera.
- A una chica se le desplazó la prótesis mamaria escalando.
- Nos acudió a la ruta de los puentes colgantes un invidente sin avisar de que lo era.
Espero que os haya resultado curiosa esta recopilación. De parte de todo el equipo, ¡gracias por estos 10 años, y espero que en los próximos surjan muchas más anécdotas!
